La
bandera de México es un rectángulo tricolor dividido en tres franjas iguales de
verde, blanco y rojo. Con el escudo nacional cargado al centro, en la franja
blanca en el cual un águila real mexicana devora a una serpiente que mantiene
sostenida con las garras, parada sobre un nopal en un islote. Su proporción
largo-ancho es de cuatro a siete (4:7). Aunque el significado de los colores ha
cambiado con el paso del tiempo, estos fueron adoptados por México durante la
guerra de Independencia con España. La bandera actual fue oficialmente adoptada
en 1968, pero el diseño general ha sido usado desde 1821 cuando la Primera
Bandera Nacional fue creada. Desde 1984 existe una ley que gobierna y regula el
uso de la Bandera Nacional llamada "Ley Nacional de Símbolos Patrios".
La
bandera ha cambiado en ocho ocasiones a través de su historia, pues el diseño
del Escudo Nacional y las proporciones de largo y ancho han sido modificados.
Aún así, el Escudo Nacional, ha mantenido las mismas características: un águila,
devorando una serpiente sobre un cactus; éste situado en un peñasco que se
sobresale del centro de un lago. El Escudo Nacional de México está basado en la
leyenda azteca que cuenta como su pueblo vagó por cientos de años en el
territorio mexicano buscando la señal indicada por sus dioses para fundar la
ciudad de Tenochtitlán (la actual Ciudad de México), donde vieran un águila
devorando a una serpiente. La bandera actual, llamada la Cuarta Bandera
Nacional, es también usada como símbolo naval por todos los barcos registrados
en México.
|
El Himno Nacional Mexicano es uno de los
símbolos patrios de México. Fue escrito en 1853 por el poeta potosino Francisco
González Bocanegra y musicalizado por el compositor catalán Jaime Nunó
Roca.
En 1821, José Torrescano presentó una primera composición del Himno
Nacional, sin embargo, no tuvo la completa aceptación por parte de la Nación
Mexicana.
En el año de 1849 la Academia de San Juan de Letrán lanza una
Convocatoria, con el objeto de adquirir una letra adecuada para el himno que
representaría a los mexicanos, sobre todo al exterior. En dicha convocatoria, sano Félix
María Escalante, la cual fue musicalizada por el austriaco Henry Herz, ésta
última fue elegida para ser presentada en Guadalajara en noviembre de
1850.
Tiempo después, un poeta cubano, Juan Miguel Lozada y el compositor
Nicolas-Charles Bochsa, crean un nuevo himno nacional, sin embargo no
trascendió.
Desde 1850, se realizan otros intentos para lograr que México
tuviera un himno nacional como la propuesta del compositor italiano Antonio
Barilli, la del húngaro Max Maretzek, y la de otro italiano Ignacio Pellegrini.
Dichas propuestas fueron todas presentadas, pero sin mayor relevancia.
En
1853, el presidente Antonio López de Santa Anna convocó un concurso para la
creación del Himno Nacional. La convocatoria ofrecía un precio "a la mejor
composición poética que pueda servir de letra a un canto verdaderamente
patriótico". Se fijó un plazo de veinte días para presentar el
trabajo.
Francisco González Bocanegra, un poeta talentoso, no estaba
interesado en participar en el concurso. Razonaba que escribir poemas para la
mujer amada era una cosa muy diferente a escribir la letra del himno de una
nación. Sin embargo, su prometida Guadalupe González del Pino (Pili), sin
desanimarse por la continua falta de interés de Francisco a pesar de la
constante insistencia de ella y sus amigos para participar, decidió tomar cartas
en el asunto. Usando un pretexto, guió a Francisco a un cuarto aislado en su
casa, lo encerró, y no le permitió salir hasta que entregara una composición
para el concurso. Después de cuatro horas de forzada, pero abundante
inspiración, Francisco fue capaz de obtener su libertad a cambio de diez
estrofas que le pasó por debajo de la puerta a su captora. Estrofas que
posteriormente ganaron la competencia.
Más tarde, en agosto de 1854, se
seleccionó la música compuesta por el español de nacimiento Jaime Nunó, un
inspector de bandas militares, como acompañamiento a la letra de
Francisco.
El himno fue estrenado oficialmente el 16 de septiembre de ese
mismo año, bajo la batuta de Jaime Nunó, interpretado por la soprano Balbina
Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi, ambos italianos. Francisco González
Bocanegra y Guadalupe González del Pino, para entonces casados, asistieron al
evento. El Gobierno mexicano había prometido un premio tanto para el poeta
González Bocanegra, como para el músico Nunó, pero este nunca fue entregado.
Años después, fueron buscados sus herederos para entregarles el premio y éstos
vendieron los derechos de autor del Himno a la editora musical estadounidense
Wagner & Lieven. Sin embargo, en 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho
decretó a través del Diario Oficial de la Federación que el Himno Nacional
Mexicano se hiciera de uso oficial, a la vez que expropió los derechos para
México. Esta acción no pudo impedir una situación insólita: cada vez que el
himno mexicano es tocado fuera de ese país, se le deben pagar regalías por
derechos de autor a la empresa editora mencionada, situación que no ocurre con
los himnos de los demas paises.
Finalmente, en 1984 bajo la presidencia
de Miguel de la Madrid Hurtado, se publica la Ley sobre la Bandera, el Escudo y
el Himno Nacionales donde se especifica el uso y características de los Símbolos
Patrios.
|
El escudo nacional de México se inspira de la
leyenda fundadora del Estado que los aztecas establecieran en el centro de
Mesoamérica, en el centro de México. Está conformado por un águila real luchando
contra una serpiente sobre un nopal en el centro de un lago. Representa la señal
que los aztecas, procedentes de Aztlán buscaban en su migración hacia el sur
para fundar una nueva ciudad. Existen varias interpretaciones sobre el
significado místico de esta representación del pueblo azteca que dominó el
centro del territorio del país hasta la conquista por parte de los
españoles.
El escudo de Armas de México fue inspirado por la leyenda
azteca acerca de la fundación de México-Tenochtitlán. De acuerdo a dicha
leyenda, los aztecas, que entonces eran una tribu nómada, se desplazaban por
México en busca de una señal divina que indicara el punto preciso sobre el que
habrían de fundar su capital. El dios Huitzilopochtli les había ordenado que
encontraran un águila devorando una serpiente, parada sobre un nopal. Después de
años de búsqueda, encontraron la señal en un islote del Lago de Texcoco. Fue ahí
donde fundaron su capital. |
|
Buen blog Janilu, aunque habría sido muy laudable que seleccionaras la información. Busqué tu opinión y no la hallé.. era de las cosas importantes.
ResponderEliminarSaludos!